En la escuela apostamos por el aprendizaje de ajedrez como recurso pedagógico desde hace 20 años.
El ajedrez son como una metáfora de la vida: todas las piezas tienen sus limitaciones, todas las piezas necesitan unas de las otras, algunas piezas se tienen que sacrificar para el bien del colectivo; muchas veces se toman decisiones equivocadas que sirven para reflexionar y como experiencia por el futuro.
Después de una partida se puede jugar otra, siempre hay posibilidades de mejora.